viernes, 18 de marzo de 2011

I wish I could explain.

 

Hola habitantes de este mundo cruel, hoy no vengo a hablar de la vida, ni del día de St. Patrick, ni de cómo se llevó a cabo mi preciado viernes, nada de eso. Lo único que les comento es que dormí una siesta que definitivamente necesitaba. Pero bueno, el tema a tratar del día de la fecha es el rock. El rock puro.
 La ambientación para el posteo de hoy es Johann Sebastian Bach, que podríamos decir que forma parte de otro género, pero es inspirador. Me parece que de ahora en adelante algunas (probablemente sobrepase el sentido de la palabra) de mis publicaciones traten sobre artistas, música, y todo aquello que abarca ese sentido del arte. 
La artista de quien hablaré hoy (adelanto que probablemente mis más cercanos allegados lleguen a la conclusión de a quién me estoy refiriendo, ya que se volvió obsesión para mí escucharla todo el tiempo y apreciar esa voz y esa música de la puta madreeee, que actualmente se está extinguiendo, por no decir que casi NO EXISTE).
  Dicha persona nació bajo el nombre de Janis Lyn Joplin, y es considerada la primera mujer (a mi opinión, una de las pocas) en consagrarse como una gran estrella del rock n’ roll.
  Fue un símbolo de la contracultura, del rechazo al racismo (eso es un ejemplo, todos tenemos los mismos derechos carajo) y una persona admirada por el mundo entero, y, a pesar de que ya hace 41 años de su partida (por Dios santo, es demasiado) sigue siendo una de las voces y presencias escénicas más grandes e imponentes de la historia, y fue una influencia para muchísimos artistas tales como Aerosmith, Led Zeppelin, Heart, entre muchísimos otros que se convirtieron en historia. Y lo sigue siendo hasta el día de hoy. 
 Más allá de todo eso, su vida se tornó de problemas y presiones. Desde sus escasos 17 años o poco más, empezó a hacerse alcohólica,  y un poco más tarde quiso ‘salir de la realidad’ y probó drogas, principalmente heroína. Lo más triste de todo es el talento que perdió el mundo tan repentinamente, de un día para el otro, sin una explicación muy coherente. Con solamente 27 años de edad, con toda una vida y con una carrera profesional impecable por delante (que, de todas maneras, la llevaste a cabo mejor que ninguna) te fuiste. Te extraño a pesar de no haber tenido la oportunidad (ni cerca) de verte viva y reluciente. Pero ahora, 41 años después, tengo la oportunidad de poder admirarte.
  Volviendo al tema de la partida de Pearl, no estoy segura de que haya sido un suicidio, y estoy convencida de que no fue intencional. La cosa es que hay mucha controversia en torno a esto, y también bastante misterio, pero yo sostengo que si te fuiste, por algo tenía que ser, COMO TODO.
  Por ende, FUISTE una GROSA, sos una GROSA, y serás UNA GROSA hasta que deje de existir la música (espero no estar viva si pasa eso). 



    Farewell, JANIS.

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