domingo, 13 de febrero de 2011


Estoy enamorada. Y no precisamente de una persona, sino de una cosa, o más bien un fenómeno, que me alucina cada vez más: LA MÚSICA.

Pero ojo al piojo, no ESA BERRETEADA que hoy llaman ‘música’, NONONO. Yo creo que eso es más bien una contaminación, una falta de respeto a el arte; Wilson y Yardel (como les dice mi papá, nunca le queda el nombre posta, groso pa! :P), Daddy Yankee, el Bieber ese; todo el reggaetón y sus derivados, la cumbia villera; toda esa mierda no es más que una mezcla de sonidos artificiales con letras pelotudas, voces más que filtradas (andá a bancarte un recital de Don Omar en vivo), y, en el caso del reggaetón, no hace más que fomentar una idea equivocada de lo que es la vida. Y todo el mundo lo escucha encantado como si no existiera otra cosa mejor.

Mi intención no es ofender a nadie, pero a lo que me refiero es a que me harrrrté de esta generación, de lo dormida que es, incluso en ese sentido; ANTES LAS COSAS ERAN MEJORES EN ESE ASPECTO.

Bueno, esa es mi opinión.

SOBRE GUSTOS NO HAY NADA ESCRITO.

A mí, por mi parte, me enorgullece tener un poco de dignidad en ese sentido, y nada de lo que digan acerca de mis gustos me va a hacer cambiar, porque yo escucho música.

No lo malinterpreten como narcisismo, egoísmo o discriminación, simplemente como un punto de vista más entre las millones de opiniones que emite la humanidad día a día ;)

De todas maneras, tengo la certeza de que más de uno estará de mi parte .

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